sábado, 4 de octubre de 2014

CUATRO MESES


Crecimiento y desarrollo del bebé de 4 meses. 
El bebé sigue creciendo y aprendiendo sobre el mundo a gran velocidad, interesándose por todo y aprendiendo de cada detalle. 

Su capacidad para moverse, expresarse y comunicarse va aumentando, cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo, y las destrezas conseguidas pueden variar de unos niños a otros.
En lo referido al peso y la talla, entre el tercero y sexto mes debería aumentar entre 500 a 600 gramos mensuales y unos 2 centímetros de altura.
Sigue con la mirada objetos y personas en movimiento cada vez más rápido. 
Observa las caras con mucha atención, centrándose ya no sólo en los ojos.
 Cuando está hechado sigue moviendo las piernas y los brazos, cada vez con más fuerza.
 Ya mantiene control estable de la cabeza en posición erecta.  
Ya es capaz de mantenerse incorporado más tiempo, porque los músculos de la espalda están más fuertes.
Cuando lo colocamos boca abajo levanta la cabeza y la parte superior del pecho apoyándose en los brazos.
 Reconoce objetos y personas familiares desde lejos.
Coordina un poco más las manos con los ojos.
Controla algo más el movimiento de manos, las abre y cierra.

Se empuja con las piernas apoyando los pies cuando se le coloca sobre una superficie firme.

 Se lleva la mano a la boca cada vez más conscientemente
Da manotazos a los objetos colgantes
Agarra y sacude juguetes de mano
El bebé empieza a distinguir entre él (lo propio) y lo que no es él (lo extraño).
La visión del bebé sigue desarrollándose, y si no se ha producido anteriormente, será a los cuatro meses cuando el aumento del control muscular del ojo le permite al bebé seguir objetos, y el incremento en la agudeza visual le permite discriminar los objetos a partir de fondos con un mínimo contraste. Entre los cuatro y seis meses la visión del color se desarrolla. Reconoce objetos y los busca con la mirada, es capaz de ver a más distancia.


Es probable que podrían darse muestras de su próxima aparición de sus primeros dientes: incremento del babeo, necesidad de morder…
A partir de los 4 meses el bebé nos dará muestras de haber entendido la relación de causa y efecto que le permite coordinar alguna acción con el resultado esperado. Ya es capaz de transmitir lo que quiere o necesita, aunque aún no tenga palabras.
En este tiempo el bebe se alimenta exclusivamente de leche, ya sea materna o artificial, para seguir creciendo y desarrollándose normalmente, cubriendo todos los requerimientos de nutrición por sí sola.
Tal vez empiece a dormir más durante la noche. 
A los cuatro meses el bebé duerme entre unas 15 y 18 horas diarias. 
El bebé va consolidando sus ciclos de sueño-vigilia. Se puede acomodar el ambiente previo a la hora de dormir para establecer el sueño nocturno, con poca luz, tranquilidad, baño, música, alimento…
Sigue la recomendación de que el bebé duerma boca arriba y en la habitación de los padres para poder atenderlo cómodamente cuando sea necesario.

La forma de comunicación de los bebés se va perfeccionando. Es muy importante que contestemos al bebé cuando éste balbucea.
De esta manera lo animamos a seguir el ritmo de una conversación.
No está listo para entender historias, pero disfrutará de cualquier conversación o de una canción. Balbucea mucho emitiendo cada vez más sonidos diferentes.
Cuando hace sonidos está tratando de imitar las palabras que decimos.
Aunque siga usando el llanto, también ampliará su repertorio a la comunicación no verbal.
El lenguaje corporal hace su aparición con fuerza y el niño lo usa para explicarnos claramente si quiere bajar de la silla, ser tomado en brazos o dejar de comer. Incluso nos apartará la mirada si quiere cambiar de actividad.
Fruncirá el ceño por desconcierto, sorpresa o desagrado, pataleará o alargará los brazos si no quiere estar en la cuna o quiere que lo cojamos en brazos…
Cuando está contento, susurra, grita, balbucea, hace burbujitas, saca la lengua, sonríe y se ríe a carcajadas.


El bebé a los cuatro meses sigue sonriendo cuando ve a sus papás y a las otras personas cercanas, a las que ya reconoce perfectamente.
Quizás frunza el ceño cuando ve a personas desconocidas.
Ante los juegos y cariños, el bebé nos recompensará con sonrisas, y otros balbuceos felices.
Según el calendario vacunal  a los 4 meses se administra la segunda dosis de las vacunas contra diversas enfermedades (polio, hepatitis B, difteria, tétanos…). 
Hemos de tener en cuenta que las vacunas pueden dar reacción a los bebés (fiebre o molestias), por lo que conviene saber cómo actuar al respecto.

Es habitual realizar una revisión pediátrica a los cuatro meses para hacer el seguimiento de crecimiento al bebé.
Es entonces cuando podemos plantearle al pediatra todas nuestras dudas y la conveniencia o no de administrar al bebé otras vacunas no incluidas en el 
calendario vacunal según comunidades.
A esta edad y durante muchos meses 
nos tenemos que asegurar de que no haya nada peligroso cerca de él, ya que empieza a alargar las manos y sujetar lo que le rodea, así como a tener más movilidad. 


El bebé sigue creciendo a buen ritmo, felicidades.

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