Cabello del recién nacido.
La cantidad de cabello que tiene
el bebé al nacer o su color no influyen en el cabello definitivo. Si, cuando
nació, no era precisamente un "peludo", no significa que no lo vaya a
ser en el futuro.
Uno de los rasgos que más llaman la atención del recién
nacido es su cabello: algunos nacen con una gran cantidad de pelo negro,
mientras que otros no tienen más que pelusa clarita sobre la cabeza.
El pelo
del recién nacido no es el definitivo; se trata de un tipo de cabello, o
pelusa, que está destinado a caerse. Después, nacerá el pelo nuevo, y éste sí
será más parecido al que el bebé tendrá en sus primeros años de vida.
Puede suceder que un niño no tenga pelo al año de edad, pero
esto no repercute en la posibilidad de tener, cuando sea mayor, una buena
cabellera.
De hecho, el número de cabellos que tiene un recién nacido depende,
en parte, del tipo de piel. Los bebés de piel clara tienden a tener menos pelo
que los de piel oscura. En cualquier caso, incluso los niños de melena más
envidiable están destinados a perder el pelo al menos una vez durante el primer
año de vida, para recuperarlo más adelante.
Carece de fundamento científico la creencia según la cual el
hecho de cortar el cabello lo refuerza y frena su caída: sólo se trata de un
efecto óptico.
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