Ser mamá es también ser una especie de detective. No precisamente de la vida privada, pues un bebé no tiene demasiada actividad “secreta”. Más bien, se trata de ser detective de las heces fecales de tu bebe: su frecuencia, su textura, su color y su olor.
Las deposiciones del bebé son un indicador importante de su salud en general.
Así, un bebé que es amamantado, por lo general defeca luego
de cada sesión de alimentación (al menos durante los primeros meses) y sus
heces son blandas y amarillas. También puede suceder que, debido a que la leche
materna es tan nutritiva, quede poco para desechar, y las defecaciones se
vuelvan poco frecuentes: día por medio o pocas veces a la semana. Por otro
lado, un bebé alimentado con leche de fórmula puede evacuar o defecar con menos
frecuencia y el color es un poco más oscuro. Estos últimos son más propensos a
un problema que se presenta y preocupa a muchas mamás y papás: se trata del
estreñimiento o constipación, que en palabras simples se refiere a la ausencia
de heces por varios días y a heces o materia fecal de consistencia dura.
Pero no sólo los bebés alimentados con leche de fórmula
pueden estreñirse. También aquellos que están comiendo sólidos, dependiendo de
los alimentos que les estés dando. Por ejemplo, el cereal de arroz, que es
popular al introducir sólidos, puede causar que tu bebé no defeque o no evacúe
por varios días, ya que el arroz contiene poca fibra.
La baja frecuencia en las defecaciones o evacuaciones y su
consistencia dura puede ser normal hasta cierto punto. Pero cuando el
estreñimiento se hace demasiado prologado y es severo o te llame la atención
pues no va con los parámetros normales de tu bebé, puede existir una causa más
grave: algún bloqueo o problema con el funcionamiento de sus intestinos.
Para descartar las causas del estreñimiento que pueden
solucionarse en los bebés sin necesidad de mayor intervención, toma nota de
cuáles son las más comunes:
*Leche de fórmula: A diferencia de los bebés que toman leche
materna, la cual ofrece el balance perfecto entre las grasas y las proteínas,
los bebés alimentados con fórmula pueden sufrir de estreñimiento como reacción
a alguno de sus ingredientes. Consulta con tu pediatra para ver si es
conveniente cambiar de marca. En ocasiones, las fórmulas a base de soya o soja
resultan mejor para sus intestinos.
*Alimentación sólida: si tu bebé ya entró en la etapa de
comer alimentos sólidos, algunos bajos en fibra como el arroz, pueden causarle
estreñimiento. Consulta con tu médico para ver si vale la pena agregar algunos
alimentos con más fibra a su dieta.
*Deshidratación: si tu bebé no consume suficientes líquidos,
su cuerpo absorberá los líquidos de todos los alimentos, además de los líquidos
de los excrementos que están en los intestinos. Por eso, las heces serán duras
y secas al salir del cuerpo. Habla con tu médico para ver si necesitas darle
más líquidos y si es así, en qué forma se los debes dar.
En todos estos casos, puedes tomar medidas para resolver el
estreñimiento: cambiar de leche de fórmula, introducir más fibra en su dieta
y/o darle más líquidos. Sin embargo, hay otras causas del estreñimiento en tu
bebé que pueden necesitar más atención por parte del pediatra:
*Una enfermedad o condición subyacente, como alergia a los
alimentos, hipotiroidismo o botulismo. Es importante que observes si tu bebé
presenta dolor al expulsar las heces para que consultes con tu médico sobre
estas posibles causas.
*Enfermedad congénita que impida el funcionamiento correcto
del intestino, como el megacolon congénito que se conoce también como
enfermedad de Hirschsprung y que es más frecuente en los niños que en las
niñas. Esto frecuentemente se diagnostica en las primeras semanas de vida y por
lo general se soluciona con cirugía, dependiendo del caso.
Pero a cualquier duda acude sin pensar al pediatra del bebe
que el sabrá que recomendarte.
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