Como padres siempre queremos lo mejor
para nuestros hijos.
Poder ser comprendidos y poder comprender es la clave para una comunicación
eficaz y feliz con nuestro querubín.
Muchas personas dirán que toda la vida se han criado a los niños
sin necesidad de signar, esto es incierto. Los bebés han signado toda la vida.
Por ejemplo, levantan los brazos para pedir “Upa”, abren y
cierran la boca sonoramente para indicar que tienen hambre, dicen “adiós” con
la mano, señalan con la mano lo que quieren alcanzar.
Estos son gestos
sutiles que hemos aprendido a comprender de manera intuitiva.
Una madre o padre, cuyo bebé le signa, es más feliz porque
comprende a su bebé, sabe lo que quiere o necesita en cada momento y puede
satisfacer sus demandas.
GUARDERÍA -CUNA - JARDÍN
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